viernes, 15 de mayo de 2009

Capítulo 26: "¿Ser como Dios, o ser Hijos de Dios?"



Satanás al ser un Querubín cubriente manifestó su deseo de la libertad y ser como Dios. Su vanidad e inteligencia lo empujaron a esto (Ezequiel 28:12-18), en soberbia, decidió rebelarse contra Dios, buscando convertirse en su propio dios. Satanás (Lucifer) no quería adorar u obedecer a Dios, él quería ser Dios (Isaías 14:12-14).

En el capítulo 3 del Génesis el Diablo le dice a Eva que puede "ser como Dios" si se rebela contra el Creador. Siempre explota en el hombre el mismo deseo que le hizo pecar. La vanidad, la egolatría y la satisfacción propia. De esa forma sigue engañando a la humanidad actualmente.

Posteriormente el Diablo "vendió" ese "cuento" a los demás ángeles a su cargo. Los convenció de ayudar a los humanos, y luego los tentó para que los hombres los adoraran como dioses. De esa forma empezó la idolatria antes del Diluvio. Los ángeles sucumbieron a la tentación de ser venerados como dioses y fornicaron con las mujeres produciendo una raza de semidioses gigantes, tal como se analizó en los primeros capítulos de este blog.

Los libros de autoayuda o Nueva Era, promueven la idea de lograr un estado semejante de divinidad personal. Mediante yoga u otras técnicas se habla de llegar a estados superiores de poder mental. Uno de estos maestros esotéricos declaró: "Atiendan caballeros porqué la clase de hoy será de extrema importancia ante futuras depresiones. Si se aplican y me prestan toda su atención podrán conseguir una inmejorable conciencia de su capacidad de superación y, lo más importante, la imagen exacta de su indudable valía en tanto seres humanos propios. Y así empezamos con las instrucciones a seguir para alcanzar la majestuosa divinidad. Una vez alcanzada, lo cual desea este humilde profesor, se aconseja que cada cual elija según sus gustos la indumentaria adecuada para un dios." Este generalmente es el mismo mensaje que ofrece la Nueva Era. Un pensamiento satánico porque promueve el deseo de exaltar el ego.

En cambio, Nuestro Creador ofrece algo más importante. La Biblia dice que inicialmente el hombre era un ser perfecto, un ser armónico con la creación y con Dios mismo. El hombre es un "hijo de Dios", está hecho a la "imagen de Dios" pero no es Dios en un sentido de independencia (como predica el Diablo). No, el ser humano refleja las cualidades divinas y tiene potencialidades divinas. Pero siempre en unidad con la Fuente de Todo, Jehová Dios. El hombre puede desarrollarse y lograr cosas asombrosas en armonía con la voluntad de Dios. Está el ejemplo de Jesús. Él era un hombre perfecto desarrollado y podía leer la mente y hacer maravillas entre otras cosas.

Lamentablemente el hombre actual está alejado de dicha perfección y no es un hijo de Dios en sentido pleno. No obstante, esto no nos priva de su amor. Ahora bien, hay capacidades ocultas en la mente que podemos desarrollar, pero causan desastres cuando el hombre las usa mientras está en la imperfección. Puede que funcionen bien por cierto tiempo, como les sucede a algunos magos y hechiceros, pero nunca se puede escapar de la realidad de la vida. Solo en el Nuevo Mundo podremos desarrollar de manera legítima las otras capacidades.

El diablo quiere vender la imagen de que se pueden usar esas capacidades mentales siquicas ahora mismo. Pero la mayoria de los brujos o estudiosos de la metafisica terminan al final en desilución. No corresponde al hombre tener lo que no se merece. Por ejemplo, Hitler tuvo la capacidad de desarrollar sus propios poderes mentales, y también con la ayuda de los demonios, pero su final fue desastroso.

Al Diablo le gusta dar y malcriar al hombre con lo que no debe tener. Pero a la larga le hace un daño.

No creamos los mensajes de los misticos de la Nueva Era que promueven la felicidad egoista y material inmediata. Son falsificaciones destinadas a fracasar.