jueves, 8 de julio de 2010

El retorno de los gigantes - parte 3

Los señores del eje

Según la cronología bíblica fué cerca del 2.269 a.E.C,  después de la Torre de Babel cuando Jehová dispersó a los pueblos por toda la Tierra, y éstos llevaron parte de sus recuerdos y creencias por todo el mundo.

Ahora bien, en el año 1943 a.E.C Abrahán inicia su peregrinaje a Canaán. Su aventura lo lleva a encontrarse con la civilización filistea que habitaba dicha zona, cercana a la costa del Mar Mediterráneo.

Han pasado de la dispersión de Babel solo 326 años. (3-4 generaciones). Bisabuelos, abuelos, padres, hijos.

En los días de Abrahán y de su hijo Isaac, los filisteos residían en Guerar, en la parte S. de Canaán. En aquel entonces tenían un rey, Abimélec, y un ejército bajo el mandato de un tal Ficol. (Gé 20:1, 2; 21:32-34; 26:1-18). Abrahán se encuentra con ellos. Pero, ¿de dónde provenían los filisteos?

"Los filisteos emigraron a la costa de Canaán desde la isla de Creta (la antigua isla de Caftor), aunque no puede afirmarse que fueran originarios de esa isla. (Jer 47:4; Am 9:7.)" – Perspicacia

 ”‘¿No son ustedes como los hijos de los cusitas para mí, oh hijos de Israel? —es la expresión de Jehová—. ¿No hice subir a Israel mismo de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Creta, y a Siria de Quir?’- Amos 9:7

"La civilización cretense era muy distinta de las mesopotámicas y egipcias, pero de igual esplendor. En la religión de Creta se destacaba el componente femenino, y la figura central de su panteón era una diosa madre. Al igual que en otras religiones de la fertilidad, la serpiente por lo general estaba presente en las representaciones de la diosa, ya fuera sostenida en la mano o enrollada alrededor del cuerpo. A la diosa solía acompañarla una deidad masculina menor, tal vez en la relación madre-hijo, frecuente en este tipo de culto".-Perspicacia

Ahora bien, ¿de dónde provienen los cretenses? Los arqueólogos actuales nos confirman la posibilidad que los cretenses vienen de los etruscos. Los etruscos eran una federación de doce ciudades con una extensa red comercial que abarcaba Europa y el norte de África. La nación etrusca estaba organizada en ciudades estado autónomas, administradas en sus comienzos por reyes y más tarde por magistrados. Las ciudades pasaron a formar una confederación etrusca, una liga religiosa, económica y política no muy rígida. Los etruscos eran sumamente avanzados, y los cretenses llevaron gran parte de la cultura etrusca a Creta.

 Historiadores, arqueólogos y lingüistas debaten desde hace mucho tiempo la procedencia de los etruscos. ¿Habrían emigrado de Lidia, provincia de Asia Menor, como señaló Herodoto, o serían autóctonos de Italia, como aseveró Dionisio de Halicarnaso en el siglo I a.E.C.? ¿O tendrían acaso orígenes diversos? Prescindiendo de qué respuesta se dé, existen tales diferencias étnicas y culturales entre ellos y los pueblos vecinos que hoy no podemos trazar sus orígenes con certeza. Pero una nueva línea de investigación nos lleva a los descendientes de los antiguos atlantes (antediluvianos). Solo de otra civilización más antigua mucho más avanzada podrían proceder.
Así que en 326 años es imposible que una caravana haya emigrado de Babel cientos de kilómetros mar adentro (desarrollando de nuevo la navegación), haber creado una civilización sumamente compleja (etruscos) (ciudades y desarrollo) con matices antiguos, luego haber enviado un grupo a Creta, haber establecido otra compleja civilización-hija, y luego poder enviar viajeros por el mar de regreso a Palestina y establecer una dinastía de reyes filisteos, y todo en 326 años. Claro, si hablamos de un solo pueblo, es posible, pero notamos un trayecto que involucra a tres civilizaciones que demuestran un gran desarrollo.

La explicación evidente es que los etruscos proceden de forma directa de la civilización antediluviana, de algunos sobrevivientes que quisieron revivir de forma deteriorada la gloria de aquel mundo fundado por los ángeles. De ésta civilización desarrollada emigraron los pueblos cretenses y luego los filisteos (y otros como los fenicios, etc.)

Cuando Abrahán se topa con los filisteos, éstos ya tienen una monarquía establecida y demuestran proceder del mar. Sus conocimientos marítimos eran antiguos,  y por lo tanto no se deben a la línea de habitantes procedentes del éxodo de Babel.

Incluso la Biblia habla de “los señores del eje” filisteos. Ésta era una confederación casi igual a la de los etruscos. Los señores del eje dominaban Filistea gobernando sobre ciudades-estado individuales, pero cuando surgían asuntos de interés común, formaban un consejo de coiguales. Éste sistema es la herencia del mundo antediluviano y hoy desea volver a ser implantado por la cuarta Bestia de Daniel y 10 potencias en el Nuevo Orden Mundial.

Justamente la raza filistea finalmente fue exterminada por ésta razón. Al parecer los filisteos eran una especie descendiente de los antiguos atlantes, y quizás parte de una mezcla de gigantes y humanos. *

* Nota: El que los Nefilim antediluvianos fueran híbridos estériles no aparece en la Biblia, y es una suposición basada en la realidad de la cruza de dos especies. Si esto fuese así,  significaba que los Nefilim no podían procrear entre ellos, pero quizás si pudieron procrear con otros humanos normales. Ésta sería una última generación de Nefilim, más deteriorada, con más genes humanos, pero igualmente alta y poderosa. Quizás los filisteos fueron el último subproducto de ésta línea, igualmente altos, pero sin ser gigantes. Cómo ejemplo, hay ciertas especies híbridas de peces, en dónde los machos son estériles, pero las hembras pueden seguir procreando.

Cuando Israel partió de Egipto, en 1513 a. E.C., Jehová decidió no conducir a los israelitas por Filistea (la ruta más directa desde Egipto hasta la Tierra Prometida) para que no se desanimaran debido a tener que guerrear en seguida y decidieran regresar a Egipto. (Éx 13:17.) El punto en cuestión era que los israelitas aún no estaban preparados para hacerles frente, pero sí pudieron pelear contra los amalequitas y derrotarlos (incluso recién salidos de Egipto). Sin embargo, Israel evitó por largas décadas a los filisteos porque los filisteos eran una raza especial. Para cuando el anciano Josué repartió la tierra que estaba al O. del Jordán, la conquista todavía no había afectado los territorios filisteos. (Jos 13:2, 3.). Todavía no había ocurrido un enfrentamiento directo con ellos.
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Sin embargo, más tarde los hombres de Judá capturaron tres de las principales ciudades filisteas: Gaza, Asquelón y Eqrón. Pero esto fue solo una victoria parcial, pues Judá “no pudo desposeer a los habitantes de la llanura baja, porque tenían carros de guerra con hoces de hierro”. (Jue 1:18, 19.) Esto demuestra que los filisteos eran una raza fuerte y alta *, además de poseer un desarrollo tecnológico superior en armamentos.

* El ejemplo más notable y quizás uno de los últimos ejemplares directos de la línea antediluviana asentada en medio de los filisteos era Goliat de la ciudad filistea de Gat. Era extraordinariamente alto, pues medía seis codos y un palmo (2,9 metros.). Su cota de malla de cobre pesaba 5.000 siclos (57 Kg.) y la hoja de hierro de su lanza, 600 siclos (6,8 Kg.). (1Sa 17:4, 5, 7.). Goliat era una excepción, y quizás un mercenario de la raza  de los  refaím (raza hermana de los filisteos pero con genes más directos de los antediluvianos), y puede que haya sido un soldado contratado por el ejército filisteo, aunque los filisteos en general eran de altura considerable,  no eran gigantes. Goliat, en cambio, sí lo era. Parece que los filisteos fueron los herederos de la cultura y civilización antediluviana, de su ciencia y arte de la guerra, pero no consiguieron heredar tanto la parte genética de los antediluvianos.

En la época de los Jueces (como el poderoso Sansón) los filisteos recién comenzaron a ser vencidos poco a poco. David y sus hijos lograron varios avances al derrotar a los filisteos, pero éstos seguían dando problemas a Israel. Posteriormente las derrotas de los filisteos a manos de Uzías (2Cr 26:6-8) y Ezequías (2Re 18:8) empezaron a marcar el principio del fin de ésta raza. Entonces comenzaron a quedar muy pocos. Siglos después Alejandro Magno y sus sucesores pusieron en libertad a muchos de los prisioneros de guerra judíos que estaban en sus tierras y éstos eliminaron los últimos grupos de filisteos. Finalmente Alejandro Magno fue el que los borró del Mapa cuando capturó la ciudad filistea de Gaza. A muchos de los habitantes los mataron y por último ésta raza fue exterminada del planeta. Alejandro Magno fué sin duda usado por la Providencia Divina para ésta misión.

Finalmente, la raza filistea ya no estaba en la zona de Palestina y el Mediterráneo cuando el Hijo de Dios inspeccionó en la carne a nuestro planeta. El plan de Dios indicaba que todo vestigio de dicha raza anormal tenía que haber desaparecido del Medio Oriente, cuando Cristo vino a la Tierra.