A Satanás le molesto de sobremanera la aparición de Miguel en la Tierra. Durante la vida de Jesús fue incansable en tratar de destruirlo o entramparlo. Pero cuando intento corromperlo al ofrecerle todos los reinos del mundo, toda compasión que pudo haber quedado en el universo hacia el antiguo Querubín desapareció por completo. Jesús era el gobernante de todo un universo repleto de soles y mundos, y tal acto degradante era una ofensa hacia los seres celestes, además de ser un agravio para la ilustre visita que estaba en la Tierra. Se demostró claramente que no solo Satanás estaba reclamando por la libertad de la Tierra y su autogobernación en éxito, sino que salió a luz su deseo oscuro de ser el dios del universo y perder en la maldad a Miguel.
Después de dejar Jesús la Tierra, el Diablo trato de corromper a su congregacion primitiva. Pero antes trato de derrotarla a traves de la cruel persecusion judia y romana. Como no pudo acabar con ellos de esa forma, ideo nuevas estrategias. Esto cumpliría la Profecía del "Trigo y la Mala Hierba". Sembrando ideas apóstatas, y argumentos paganos logro que algunos dejasen el mensaje original del Hijo del Hombre. Así los gnósticos, el culto de los misterios y otros grupos paganos, influyeron en los cristianos de siglos posteriores. Con los siglos, el poder romano bajo Constantino logro hacer del entonces cristianismo corrompido la Institucion Imperial que derivaría en la Iglesia Católica. Constantino se aprovechó las ventajas polticas y de hegemonía al tener una religión imperial.
Durante esos años oscuros, La Iglesia Romana oculto la Biblia y la verdad a la gente. Creo un sistema feudal de control de la Tierra muy parecido al que se esta implementando hoy.
En esas épocas medievales, cierto brazo militar de la Iglesia Católica fue a Jerusalen en las primeras cruzadas. Con el tiempo, estos caballeros fueron llamados caballeros Templarios, ya que se establecieron en la zona del antiguo templo de Salomón en Jerusalén. La orden fue fundada en 1118 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens tras la Primera Cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaron a Jerusalén tras su conquista.
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Los templarios tuvieron contactos con los últimos sacerdotes egipcios del linaje antiguo. Estos entregaron a los templarios grandes conocimientos heredados y antediluvianos. También los templarios tuvieron información de algunas sectas judías que unidas al conocimiento de los antiguos colegios romanos, crearon varias doctrinas y rescataron parte del conocimiento perdido. Así se logro preservar la información de las antiguas castas sacerdotales heredadas de los atlantes antediluvianos, y las doctrinas dadas directamente por los "dioses".
Los templarios fueron los primeros banqueros. Usted depositaba en Francia y podía retirar en Jerusalén. Poseían un gran poder financiero que súbitamente les llego tras obtener la información oculta. Es probable que hayan tenido acceso a los tesoros ocultos de Salomón. El punto, es que algunos siglos mas tarde eran tan poderosos que el mismo Papa que los contrato, empezó a desconfiar de ellos, y los vio como una amenaza.
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De hecho, los templarios pretendían la creación de una Unión Europea con una sola moneda, y eliminar al papado. Cómo vemos, desde ésa época ya había cierta idea de eliminar a las religiones cristianas paganas de transición (los demonios consideraban al cristianismo apóstata un mero instrumento temporal de expansionismo territorial para luego pasarselo a los templarios), y la meta era solo dejar una religión satanista únicamente pagana universal. No obstante, la Iglesia ya embriagada de poder retrasaría éste plan unos cuantos siglos. Pero detrás de ésta maniobra estaba realmente Jehová.
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Dios deseaba que su Palabra, la Biblia, llegase a ser traducida a todo el mundo. Si Satanás atacaba prematuramente a su propio engendro de cristiandad, el mundo se habría hundido en la oscuridad y jamás podríamos haber obtenido la Biblia. Había que dejar que el trigo creciera silenciosamente entre la mala hierba hasta el momento oportuno. Si bien, la cristiandad estaba desaprobada por Dios por sus malas acciones, sirvió irónicamente como "resguardo" para que la Biblia estuviera segura de alguna forma en un ambiente religioso. Aunque la Iglesia quemaba a quienes leían las Biblias, el hecho de ocultarla sirvió de alguna forma para protegerla. Hasta el tiempo oportuno, algunos siglos después, llegó la hora de los intrépidos traductores que hicieron la otra parte del trabajo. Traducirla a toda la humanidad. Si la Iglesia hubiera sido exterminada por los Templarios, jamás habría podido ocurrir lo otro más tarde. Todo el mundo adoraría a Satanás de forma directa. Algo que ahora él quiere volver a intentar.
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De éstos planes contra la Iglesia se entero Felipe IV de Francia (quién tenía también ambiciones financieras) y el Papa, y ambos comenzaron a urdir un plan contra los templarios.
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Felipe IV de Francia, el Hermoso convenció al Papa Clemente V, fuertemente ligado a Francia, de que iniciase un proceso contra los templarios acusándolos de sacrilegio a la cruz, herejía, sodomía y adoración a ídolos paganos (se les acusó de escupir sobre la cruz, renegar de Cristo a través de la práctica de ritos heréticos, de adorar a Baphomet y de tener contacto homosexual, entre otras cosas). Claro, en parte esto eran exageraciones, pero había algo de verdad en estos ritos, ya que los templarios revivieron ritos egipcios de Adoración a Lucifer o Baphomet.
Felipe despachó correos a todos los lugares de su reino con órdenes estrictas de no ser abiertos hasta un día concreto, el anterior al viernes 13 de octubre de 1307, en lo que se podría decir que fue una operación conjunta simultánea en toda Francia. En esos pliegos se ordenaba la detención de todos los templarios y el requisamiento de sus bienes. De allí que el viernes 13 se hizo famoso. Muchos templarios fueron quemados y otros desaparecieron.
Jacques de Molay, último gran maestre de la orden templaria, y ciento cuarenta templarios fueron encarcelados y seguidamente sometidos a torturas, método por el cual consiguieron que la mayoría de los acusados se declararan culpables de los cargos, inventados o no. Cierto es que algunos efectuaron similares confesiones sin el uso de la tortura, pero lo hicieron por miedo a ella; la amenaza había sido suficiente. Tal era el caso del mismo gran maestre, Jacques de Molay, quien luego admitió haber mentido para salvar la vida. Dicen que Molay antes de morir lanzo una maldicion sobre el Papa y los reyes de Francia, y ésta se cumplió en dichos hombres.
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Los últimos templarios que se escondieron pasaron a la clandestinidad, y con los siglos reaparecerían bajo la forma de una nueva sociedad secreta: La Masonería.